Batalla de Moscú (1941)

2 de octubre de 1941, Moscú está en peligro, por primera vez desde la caída de la ciudad a manos de Napoleón en 1812 un ejército invasor está a las puetas, esta vez es la wermacht la cual ha llegado a las puertas de Moscú tras la invasión más grande de la historia, y será a las puertas de la ciudad donde las fuerzas germanas y soviéticas decidirán el destino de la capital soviética.

ANTECCEDENTES

El 22 de junio de 1941, al amanecer, las fuerzas del Eje cruzaron la frontera germano-soviética, hasta ese momento una frontera entre aliados, e iniciaron la invasión de la Unión Soviética. Esta operación había sido aprobada por Hitler el 18 de diciembre de 1940 mediante la firma de la Directiva Nº 21. Esta directiva contemplaba la invasión de la Unión Soviética con el objetivo de destruir su gobierno y expandir el "espacio vital" alemán hacia Europa del Este. Dicha operación sería conocida como la Operación Barbarroja, que el OKW (Alto Mando de la Wehrmacht) comenzó a planificar tras la directiva. Al ver la magnitud del desafío, idearon tres grandes grupos de ejércitos con objetivos específicos: el Grupo de Ejércitos Norte debía tomar los países bálticos como primera fase y, como objetivo final, capturar Leningrado (hoy San Petersburgo), la segunda ciudad más importante de la Unión Soviética y cuna de la Revolución Rusa. El Grupo de Ejércitos Sur tenía como objetivo primordial la conquista de las ricas tierras agrícolas de Ucrania, para lo cual debía capturar Kiev, Járkov y la península de Crimea. Por último, el Grupo de Ejércitos Centro tenía como objetivo inicial asegurar Bielorrusia y, finalmente, capturar Moscú, la capital soviética.

Para esta operación, durante los meses previos, se movilizaron alrededor de tres millones de soldados, 600.000 camiones, 7.000 piezas de artillería, 3.600 tanques, entre 600.000 y un millón de caballos (cruciales para la logística alemana), y 2.500 aviones. Toda esta fuerza avanzó durante esa madrugada y los siguientes días, poniendo en marcha la maquinaria bélica alemana, que venía de derrotar a Francia y dejar aislada a Gran Bretaña. Como era de esperarse, las tropas alemanas rompieron rápidamente las primeras líneas de defensa soviéticas, utilizando la táctica de la "Blitzkrieg" para sorprender al enemigo.

El Grupo de Ejércitos Centro, al iniciar su avance por Bielorrusia, logró penetrar profundamente en territorio soviético, desmantelando cualquier sistema defensivo que los soviéticos habían establecido en la zona. Rápidamente alcanzaron la capital bielorrusa, Minsk, que cayó el 28 de junio gracias a un movimiento de pinza que creó una bolsa en la que más de 300.000 soldados soviéticos fueron rodeados y obligados a rendirse. Con la caída de Minsk, las tropas del Grupo de Ejércitos cruzaron el río Dniéper a principios de julio. Este cruce permitió al grupo centrarse en su próximo gran objetivo: la ciudad rusa de Smolensk, alrededor de la cual se libraron duros combates. Tras intensas batallas, la Wehrmacht logró rodear la ciudad nuevamente, culminando con su conquista.

En este punto, surgió un problema general en todo el frente alemán: la logística comenzó a verse seriamente afectada, lo que disminuyó la capacidad de reponer material perdido y de recibir refuerzos.

Tras la toma de Smolensk, el Grupo de Ejércitos Centro inició una nueva fase de avances en dirección a Moscú, aunque a un ritmo más lento debido a problemas de recomposición de fuerzas. Además, el OKW retiró algunas unidades, como el 2º Ejército Panzer, para enviarlas al Grupo de Ejércitos Sur con el fin de apoyar la toma de Kiev, donde las fuerzas soviéticas ofrecían una fuerte resistencia. Mientras el Grupo de Ejércitos Centro continuaba su avance, el OKW y el alto mando del grupo, bajo la dirección de Von Bock, se preparaban para una nueva operación en el marco de la Operación Barbarroja: la Operación Tifón, cuyo objetivo era la captura de Moscú.

Von Bock y el alto mando del Grupo de Ejércitos Centro planificaron Tifón como una operación en tres fases, utilizando una estrategia de maniobra en pinza con el objetivo de crear una bolsa y sitiar Moscú. La primera fase consistía en romper las primeras líneas defensivas soviéticas y penetrar en ellas, desmantelando su sistema de defensa. Las fuerzas panzer alemanas liderarían ambas pinzas: la pinza norte avanzaría hacia Vyazma y la pinza sur hacia Briansk. El objetivo de esta fase era cercar a las fuerzas de vanguardia soviéticas y aniquilarlas, tarea que quedaría en manos de las fuerzas de retaguardia alemanas, mientras que la vanguardia panzer se movería hacia la segunda fase.

En la segunda fase, las fuerzas avanzarían hacia las defensas exteriores de Moscú, aprovechando la destrucción previa. La última fase consistía en la entrada a Moscú. Las pinzas debían cerrarse al oeste de la ciudad, culminando la maniobra de cerco. Después, la retaguardia y el grueso de las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro romperían el anillo exterior de Moscú y comenzarían a penetrar los anillos interiores, que protegían el centro de la ciudad desde sus salidas.

Las fuerzas involucradas en la operación incluían alrededor de 950.000 soldados (aunque en el papel se contaba con 1,9 millones), 14.000 piezas de artillería, 1.500 tanques y aproximadamente 1.000 aviones, distribuidos de la siguiente manera:

  • 3er ejército panzer: Bajo el mando del general Hoth lideraba la pinza norte dirección Vyazma con una fuerza conformada por 8 divisiones distribuidas en 3 cuerpos de ejército, pero estas unidades no estaban al 100% de su capacidad sino oscilaban entorno al 60% de sus capacidades operativas
  • 4o ejército panzer: Bajo el mando del general Hoepner avanzaría entre Vyazma y Briansk; conformaba una fuerza de 7 divisiones distribuidas en 3 cuerpos con los mismos problemas que el 3er ejército panzer
  • 2o ejército panzer: Bajo el mando del general Guderian en dirección Bryansk era la unidad panzer más poderosa del grupo de ejércitos centro y una de las unidades más poderosas de Alemania, contaba con 9 divisiones distribuidas en 3 cuerpos, y aun así solo disponían de alrededor del 70% de sus capacidades de combate
  • 4o ejército: Bajo el mando del general Von Kluge esta fuerza estaba conformada por alrededor de 17 divisiones con una capacidad de combate que oscilaba entre el 60% y el 55% de su capacidad inicial
  • 9o ejército: Bajo el mando del general Straub esta fuerza estaba conformada por 12 divisiones con una capacidad de combate que oscilaba el 60% y el 65% de sus capacidades originales de combate
  • 2o ejército alemán: Bajo el mando del general Von Weichs esta fuerza estaba conformada por 10 divisiones con una capacidad de combate que oscilaba el 60% con respecto a su capacidad inicial
  • 2a flota aérea: Bajo el mando del general Kesselring para la operación Tifón contaba con 4 alas de caza, 3 alas de bombardeo y 3 alas de bombardeo en picado con una capacidad operativa de un 70% al 75% de sus capacidades iniciales 
  • 8o cuerpo aéreo: Bajo el mando del general Wolfran von Richthofen contaba con 2 alas de caza y 2 alas de bombardeo en picado con una capacidad operativa del 70% en comparación a sus capacidades iniciales

Por su parte, las fuerzas soviéticas, bajo el mando de Budyonny, tenían la difícil tarea de organizar la defensa de Moscú. Vyazma y Briansk se establecieron como puntos clave en la defensa, formando la línea defensiva principal. Detrás de esta se encontraban otras posiciones fortificadas con zanjas antitanque, búnkeres, nidos de ametralladoras y trincheras que debían obstaculizar el avancé a Moscú. Finalmente se llegaba los anillos defensivos de la capital, el anillo de defensa exterior de Moscú, fuertemente fortificado con zanjas antitanque, erizos checos, bunkers, trincheras y áreas minadas. Finalmente, el anillo interior de defensa se encontraba dentro de la misma ciudad de Moscú.

El plan soviético en síntesis consistía en una serie de capas donde se buscaba generar un de las fuerzas alemanas y que, si todas las líneas defensivas eran superadas, la ciudad misma se convirtiera en una fortaleza. Cada calle, edificio, casa, e incluso el sistema de transporte fueron utilizados para crear barricadas y zonas altamente fortificadas en el interior de la ciudad.

Las fuerzas soviéticas contaban con aproximadamente 1,2 millones de soldados, 9.000 piezas de artillería, 400 aviones y 770 tanques, organizados de la siguiente manera:

  • Frente occidental: Bajo el mando del general Konev concentraba su principal esfuerzo defensivo en Vyazma y sus alrededores en dirección Moscú, contaba con una fuerza aproximada de 50 divisiones, en su mayoría nuevas y con poco o nula experiencia en combate
  • Frente de Briansk: Bajo el mando de Yeriomenko tenía la tarea de defender Briansk y sus alrededores del ataque alemán, para ello tenía una fuerza aproximada de 25 divisiones, pero tenía los mismos problemas que las divisiones del frente occidental, poca o nula experiencia en batalla
  • Fuerza de reserva: Estas unidades eran las encargadas de ir reponiendo las bajas producidas para mantener la estabilidad del frente, para ello contaban con alrededor de 20 divisiones
  • Fuerza aérea del frente occidental: Bajo el mando del teniente general Sokolov tenía a su disposición a la 6a división de cazas, 43a división de bombardeo y la 78a división de asalto 
  • Fuerza aérea del frente de Briansk: Bajo el mando del teniente general Pavel Rychagov disponía de la 42a división de cazas y la 61a división de bombardeo 

LA BATALLA

En la madrugada del 2 de octubre de 1941 la artillería alemana abre fuego de manera intensa contra las posicione soviéticas dando inicio a la operación tifón, y siendo así el preludio de una de las batallas más importantes e intensas de la segunda guerra mundial. Alrededor de las 5:30 de la mañana las divisiones panzer daban inicio a su avance dirección Briansk-Vyazma con el fin de ejecutar el plan y destruir a las fuerzas soviéticas. Durante los primeros días la ofensiva alemana demuestra ser imparable, demuestra el poder del blitzkrieg, el poder táctico alemán que se traduce en avances estratégicos lo que enaltece la moral de la wermacht, la cual a cada avance se ven más cerca de marchar victoriosos sobre la plaza roja. Por su lado Konev, Yeriomenko y Budyonny se ven sobrepasados, pese a sus grandes esfuerzos por detener a la wermacht la inexperiencia de sus divisiones, la poca libertad de acción que el mando soviético permitía a sus comandantes en campo dificulto una defensa exitosa.

El 7 de octubre es un día crítico, la wermacht logra tomar Orel y lo más grave, Vyazma queda rodeada tras un movimiento en pinza hecho por el 3er y 4o ejército panzer, este cerco hace que queden atrapados 4 ejércitos soviéticos, mientras al sur el 2o ejército alemán junto con el 2o ejército panzer logran rodear Briansk acorralando en la misma a 2 ejércitos soviéticos, esto implicaba que 1/3 de la fuerza soviética había sido derrotada en una semana. El 8 de octubre las fuerzas alemanas empiezan a cruzar el río Ubra aproximándose a Kaluga, esto termino de condenar a los 6 ejércitos soviéticos cercados, asegurado el río no había posibilidad de realizar una maniobra de contraataque en ese momento para la liberación de las tropas cercadas. Además, entre el 8 y 9 de octubre Hitler finalmente da un anuncio sobre sus expectativas de la operación tifón y en general del devenir de la guerra, afirma "La Unión Soviética jamás se va a volver a levantar"; este gran optimismo que arrastraban tanto las tropas en terreno como los altos mandos y el estado alemán era por las pérdidas que iban acumulando los soviéticos, perdidas que bajo su noción eran imposibles de recuperar. Y es que esta afirmación no solo sumaba las pérdidas de Tifón sino en el acumulado desde el inicio de Barbarroja.


El 10 de octubre Stalin manda a llamar de emergencia a Zhukov, uno de los mejores generales de la URSS; en ese momento comandaba las fuerzas soviéticas en Leningrado, pero es llamado a Moscú por la crítica situación de la capital llegando a sustituir a Budyonny, mientras que también empiezan a realizarse movimientos gubernamentales en la capital enfocados en retirar material de las oficinas de gobierno para empezar a enviarlos a  Kuibyshev, ciudad que es elegida como capital alternativa si Moscú llega a caer. Zhukov al llegar a Moscú se pone al tanto de la crítica situación por la que atraviesa las fuerzas soviéticas, pero observa que tras las acciones de Vyazma y Briansk las fuerzas alemanas han ralentizado parcialmente el avance lo que le brinda tiempo para ir planeando los movimientos a seguir del ejército rojo y a su vez a mejorar el ya complejo sistema defensivo de la capital, mientras da una orden clara, retirarse, el frente actual era imposible de sostener, Stalin acepta y se da la orden de retirarse a una nueva línea defensivas a las fuerzas soviéticas. Esta nueva línea se ubicará entre los pueblos de Borodino-Mazajsk-Kalin.

Esta línea rápidamente entra en combate con las vanguardias panzer alemanas. El 15 de octubre la línea de Zhukov es superada por la wermacht a la altura del pueblo de Borodino el cual tras su caida genera una brecha en la misma, esta noticia genera un pánico en la capital que se ve de manera generalizada el 16 de octubre, ese día se acelera el envío de material a Kuibyshev; además se tomaba la decisión que lo no se podía enviar y era confidencial o sensible debía empezar a ser destruido por el NKVD, además fuera de la esfera estatal la población civil empezó a sentir un frenesí de supervivencia y temor, lo que se tradujo en que los moscovitas empezaron a tirar a las alcantarillas sus identificaciones como miembros del partido comunista, además durante estos días críticos empezaron a realizarse pequeñas manifestaciones y sublevaciones contra el régimen soviético. Pero a su vez en esta etapa crítica para la capital la mayoría de la población moscovita se enarbolo y se unió de manera directa al esfuerzo de guerra, miles de hombres de manera voluntaria empezaron a recibir de manera rápida entrenamiento para usar armas, esto con el fin de defender ellos mismos sus casa, su capital; por su lado cientos de miles de mujeres y hombres se unían a las labores de fortificación que ya estaba ejecutando el ejército rojo empezando a cavar más trincheras, zanjas antitanque, hacer bunkers y poner erizos checos para evitar el libre movimiento de los tanques alemanes, en general Moscú en este momento se volvió uno solo, soldados, civiles, gobernantes, y miembros del gobierno amarraron su destino al destino de la capital.

El 18 de octubre y mientras Moscú se fortificaba cae Mazajsk y Malojorclavec y un nuevo cerco se da en las poblaciones de Naro y Fominsk. Para este punto las fuerzas alemanas ya habían avanzados más de 250km desde el inicio de la operación, pero las señales de desgaste empiezan a notarse entre las tropa de la wermacht, los tanques operativos han disminuido ya sea porque fueron destruidos o por fallas mecánicas y que producto a la pésima logística alemana empiezan a tener sus costo en el frente, el problema es que no solo afecta a las ejércitos panzer, sino también a las unidades de artillería y a la lufwaffe, sin contar que los hombres dados de baja (prisioneros, muertos, desaparecidos y heridos) no podían ser sustituidos dado que para ese momento Alemania no tenía reservas las cuales usar en un momento como este. El 23 de octubre ocurre una gran noticia para las tropas y el alto mando alemán y pésima para la URSS, finalmente y tras más de 16 días de resistencia donde los 6 ejércitos soviéticos sufrieron un infierno entre bombardeos de la lufwaffe, bombardeos de la artillería alemana y combates contra los ejércitos alemanes las cercadas Vyazma y Briansk caían a manos de la wermacht tomando más de 600.000 prisioneros y liberando al 2o, 9o y 4o ejército alemán quienes incorporan gran parte de sus fuerzas nuevamente al frente.

La caída de Vyazma y Brianks aunque incrementan nuevamente la energía del avance alemán este ya no es tan espectacular, las razones son varías, como vimos ya acumulaban desgaste producto de la imposibilidad de sustituir las bajas, la poca efectividad de la logística alemana y a esto se le suma ahora la climatología; los primeros días de la ofensiva fueron de buen tiempo, pero rápidamente aparecieron las lluvias de otoño lo que volvió el suelo muy barroso, este fenómeno se le denomina rasputitza y obstaculizó la movilidad de las fuerzas mecanizadas alemanas, el principal haz del herr, su movilidad, su blitkrieg ahora estaba empantanada; aun así los alemanes siguieron empujando lenta pero constantemente.

Durante los primeros días de noviembre se mantuvo la misma tónica, pero a medida que el otoño dio paso al invierno el avance alemán mejoro; al solidificarse el suelo los panzer volvieron a avanzar a toda velocidad, pero este rápido respiro de otra vez avanzar rápido empezó a ser muy negativo, el invierno de 1941 como casi todos los inviernos de la segunda guerra mundial fue uno de los más fríos del siglo XX, lo que rápidamente empezó a generar en las tropas enfermedades asociadas al congelamiento y en lo que respecta a temas mecánicos de los vehículos alemanes más de lo mismo, el frío hacía que los motores dejaran de funcionar adecuadamente, al punto que si uno apagaba un carro difícilmente podría volverlo a encender.

Aunque la climatología ahora no apoyaba a la wermacht esta estaba casi segura de su victoria, era tal el positivismo que entre las altas esferas del gobierno alemán se empezó a celebrar la victoria, entre ellos el mismo Hitler y el estado mayor del ejército quienes en base a sus pronósticos miraban inevitable la victoria, haciendolos entrar en un peligroso exceso de confianza. Por otro lado, Stalin daría una sorpresa a su pueblo, a Alemania y al mundo, el 7 de noviembre en aniversario a la revolución bolchevique de 1917 miles de soldados de la reserva soviética desfilaron con sus equipos, en una demostración para el mundo que la URSS no estaba aún vencida, que aún tenía fuerzas y que aún podía dar la lucha; este desfile aumento la moral en la capital y puso de manifiesto una vez más que la batalla de Moscú estaba lejos de terminar y que sería costosa su caída.

Mientras los combates seguían acercándose a Moscú Zhukov empezó a preparar una fuerza en secreto, una fuerza que actuaba como de reserva pero esperaba usarla en una contraofensiva, estaba esperando el momento correcto para usarla, pero ese momento no llegaba, durante noviembre el empuje alemán continúo, pero con estos avances se aumentaron los problemas que estaba acarreando la wermacht, esto llegó a un punto final el 4 de diciembre de 1941, ese día las últimas unidades de la wermacht dejaron de avanzar, el desgaste había llegado al máximo punto de aguante de las divisiones alemanas y estas ya no podían continuar. En este punto unidades como el 240 regimiento de infantería y el 52 regimiento de artillería se ubicaron a 22km de Moscú, unidades de la 35ava división de infantería que venían desde la dirección Briansk (sur de Moscú) llegaron a 16km de la ciudad y a 25km como tal del Kremlin, el regimiento Deutchland de la 2a división SS Das Reich se ubicaría a 17km de Moscú y la 87a división de infantería quedaría a 20km de la capital, oficiales de varías de estas unidades al igual que tropas de las mismas lograron en este punto ver las cupulas doradas del Kremlin y las cupulas de la iglesia de San Basilio. Por su lado para ese momento 7 de los 15 ejércitos soviéticos, 64 de las 95 divisiones, 11 de las 15 brigadas de tanques, 6.000 piezas de artillería y 830 tanques yacían destruidos a lo largo del eje de avance.

Pero estas bajas habían sido recompuestas por las fuerzas soviéticas, y en este momento Zhukov ve su oportunidad, ha acumulado más de 1.1 millones de soldados, 7.500 piezas de artillería, 1.000 aviones y entre 800 a 900 tanques (con una curiosidad y es que alrededor de 300 eran tanques británicos enviados por Londres para apoyar al esfuerzo de guerra soviético), en cambio las fuerzas alemanas para este momento tenían solo 750.000 soldados, alrededor de 9.000 piezas de artillería, 600 aviones y 500 tanques en condiciones de estar en combate. Zhukov había ideado su estrategía para ser un movimiento de pinza contra el grupo de ejércitos centro, esta pinza buscaba rodear y aniquilar a todo el grupo de ejércitos, con el fin de generar una gran brecha en el frente alemán.

El 6 de diciembre de 1941 y para sorpresa de la wermacht la artillería soviética inauguro el día con un gran bombardeo, preludio del contrataque de Zhukov, el cual al lanzarse rompió las líneas más cercanas a Moscú, la wermacht entró en retirada, esta situación inicialmente se tomó como un pequeño ataque que podría contenerse rápidamente, pero al transcurrir las horas la cruda realidad para la wermacht se fue aclarando, estaba bajo una contraofensiva. El 3er ejército panzer es la primera gran fuerza en tener que empezar a retroceder, es incapaz de sostener de manera efectiva sus posiciones ante el brutal ataque del 16o ejército de Rocosoovski quien centra su ataque al 3er ejército panzer y el 4o ejército alemán, este último resistiendo de mejor manera el embate soviético. Para el 8 de diciembre el alto mando alemán se encuentra incapacitado los generales no se ponen de acuerdo entre atrincherarse y resistir o realizar una retirada general, es el mismo Hitler quien toma una decisión, a los generales que quieren realizar una retirada a la hora de cuestionarlos a cuantos kilómetros quieren retirarse, estos al no tener una idea clara de la situación no saben que responderle al líder alemán, ese día Hitler emite la directiva número 39 donde deja claro que las tropas del grupo de ejércitos centro debe de atrincherarse y resistir lo mejor que puedan, siempre y cuando no se vean obligados por la presión soviética a retirarse

El 12 de diciembre el empuje soviético permite la liberación de Solnechnogorsk y al día siguiente Kilin, mientras las fuerzas soviéticas continúan su avance en el cuartel general de la wermacht y para el frente oriental la situación no ha mejorado, el 16 de diciembre dada las presiones que recibe de Hitler, su bloqueo de toma de acción y una presión también por parte del generalato alemán Von Brauchitsch quien se desempañaba como líder de la wermacht es destituido por Hitler quien al mismo tiempo toma posesión de ese cargo añadiéndolo a las funciones del máximo líder de Alemania, y el 19 de diciembre por problemas de salud que le molestaban de antes Von Bock se ve obligado a retirarse en una situación muy mala del mando del grupo de ejércitos centro, siendo reemplazado en su lugar por Von Kluge. 

Las malas noticias para los alemanes no terminan ahí, el 18 de diciembre Zhukov vuelve a sorprender a las fuerzas alemanas con una nueva fase de operaciones, esta pone en problemas no solo al ya gravemente debilitado grupo de ejércitos centro, sino que ahora también los grupos de ejército norte y sur están siendo afectados, esta nueva fase de la ofensiva que lanzaba Zhukov es una ofensiva general para todo el frente soviético, el objetivo es aprovechar el debilitamiento de las fuerzas alemanas y recuperar la mayor cantidad posible de terreno, esta segunda fase operativa fue sobre todo impulsada por los intereses de Stalin de empujar a los alemanes fuera de la URSS. Esta ofensiva genera un gran estrés al mando alemán y a sus tropas, sobre todo en los últimos 10 días de diciembre cuando la wermacht es empujaba casi al punto de ruptura.

Dada la situación Hitler acepta al fin una retirada importante para reorganizar fuerzas y ubicarse en lugares más defendibles poniendo en enero de 1942 fin a la operación tifón y al intento alemán de tomar Moscú, aunque los combates se prolongan, combates bastante intensos donde los alemanes logran resistir y detener finalmente la contraofensiva soviética. El 20 de abril oficialmente la URSS pone fin a la batalla de Moscú.

CONSECUENCIAS

La batalla de Moscú fue la primera vez desde el 1 de septiembre de 1939 donde el hasta ese momento imparable ejército alemán era detenido y donde sufría su primer gran derrota, esto dio una señal a los aliados, una señal de que Alemania no era invencible por tierra, como Inglaterra ya lo había demostrado que tampoco lo era por aire en la batalla de Inglaterra. 

Para el bando alemán fue un duro golpe de realidad, el fracaso de la toma de Moscú y el prolongado sitio de Leningrado que no culminaba con la toma de la ciudad significaba que por primera vez desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán había sido incapaz de cumplir sus objetivos, había demostrado lo serios problemas logísticos que acarreaba el herr, también quedo clara la falta de generación de reservas para poder continuar enfrentando exitosamente al ejército rojo. En temas industriales también Alemania demostraría debilidad, una debilidad dada por la imposibilidad de producir masivamente dado que el III Reich no había entrado aún en economía de guerra, además fue un duro golpe a la moral del ejército, el cual nunca había sido derrotado, y nunca había sufrido tal nivel de destrucción. 

Moscú cobro la vida de más de 500.000 alemanes, la perdida de alrededor de 1.200 tanques (entre unidades que llegaron a medida que progresaba la ofensiva y participantes desde el inicio) y 7.500 piezas de artillería.

Por su lado para la URSS fue todo un cambio de paradigma y de visión de la guerra y su oponente, hasta la batalla de Moscú la URSS solo había visto derrota tras derrota, la moral, aunque no hundida no era alta, había de por sí entre las tropas y muchos mandos soviéticos una noción psicológica de imposibilidad de vencer, la batalla por Moscú cambió eso, vieron que era no solo posible vencer a los alemanes, sino que vieron que ellos eran capaces de hacerlos retroceder, esto destruyó gran parte del factor psicológico y generó un pensamiento de resistencia y tenacidad que sería muy importante en 1942. 

Así mismo la victoria fue un gran impulso para Stalin, este y Churchill quedaban ahora como los últimos grandes líderes de Europa que fueron capaces de resistir y vencer a Hitler. Para el pueblo soviético el que Stalin se quedase en Moscú y que pese a las pocas posibilidades de victoria que veían los soviéticos, este se quedara impulso un gran acompañamiento social, la población soviética cerro filas con Stalin y se ganó un cariño que hasta hace poco era impensable.

La batalla de Moscú implicó también el fin de una guerra corta, ahora Alemania sabía que entraba en una guerra que como mínimo ocuparía todo 1942, por lo que Hitler y el alto mando empezaron a planear una nueva ofensiva, pero esta vez no nuevamente sobre Moscú, sino que vieron al sur, al Cáucaso con sus yacimientos petrolíferos, y claro la famosa ciudad de Stalingrado.

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